Acaba de volver de Mets 2013 con la cabeza bien alta. Ha conseguido llamar la atención en la mayor feria náutica profesional del mundo con un producto desarrollado por sí mismo. Llegar a este momento en su carrera empresarial le ha costado varios años de duro trabajo, encontronazos con la administración y el esfuerzo de recorrer en solitario el camino de la emprendeduría. "En España no hay un apoyo público a los emprendedores ni a la innovación, tuve que ir por mi cuenta para desarrollar el producto", lamenta Carlos Julià, creador de Moormeds. Julià es una persona con una vasta experiencia en el mundo de la náutica. Su perspicacia le permitió percatarse de una necesidad no cubierta entre los propietarios de las embarcaciones: ¿cómo asegurar los cables eléctricos de una manera ordenada y prevenir los efectos perjudiciales del ambiente salino y del sol? Y a un precio asequible, por supuesto, que los tiempos no están como para gastar alegremente.
Emprender no es una acción desconocida para Carlos Julià. Hace varios años decidió dejar la empresa familiar para buscar su propio camino. La prestación de desempleo que percibió tras dejar su antiguo trabajo la invirtió en la creación de Medribs, una empresa que fabrica embarcaciones neumáticas comercializadas en España a través de Decathlon. Un buen precedente que le ayudó a poner en marcha su nuevo proyecto: Moormeds, unas fundas que se instalan en unos pocos minutos, que se adaptan a cualquier embarcación y a cualquier puerto y que permiten proteger los cables eléctricos de una manera ordenada, alargando su vida útil y previniendo posibles accidentes. Porque ya se sabe que la electricidad y el agua no son buenos amigos.